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Osasunbidea 2018/03/15 |
Urgencias del CHNHora de depurar responsabilidadesOsasunbidea 2018/03/15PDF INFOadm Osasunbidea Urgencias Después de tres años de funcionamiento de las urgencias unificadas se han confirmado todos los temores que desde LAB habíamos planteado. Para buscar una solución es imprescindible que se escuche a la plantilla y que se depuren responsabilidades entre quienes están al frente de las jefaturas (los mismos que estaban en la época de UPN). Para LAB la unificación de las urgencias, tal y como fue planificada por las direcciones bajo el mandato de UPN, fue un proceso condenado al fracaso asistencial desde el principio. No olvidemos que el edificio fue concebido como urgencias del CHN A, manteniendo supuestamente las del B operativas, de ahí su ubicación en una esquina del recinto. La decisión de convertirlo en la urgencia unificada acarreaba una problemática con múltiples consecuencias: logísticas, organizativas y asistenciales. Los más de tres años de funcionamiento no han hecho más que confirmar lo que LAB advirtió ya en su día a los gestores de UPN. A los nuevos gestores les hemos solicitado medidas correctoras partiendo de la premisa de la dificultad de gestión que acarreaba la herencia recibida. Entendemos que se están tomando algunas medidas, tarde, pero bienvenidas sean. De todas formas una de nuestras principales demandas ha sido que se escuchase a la plantilla afectada con sus aportaciones a la mejora de la organización del trabajo y la actividad asistencial. Y es en este punto donde hemos encontrado los mayores rechazos por que se parte de haber mantenido a casi la totalidad de las jefaturas que colocó UPN al frente de la urgencia unificada. Jefaturas que han optado por obviar a la plantilla y sus demandas, y que han preferido propiciar la fuga de personal fijo (traslados o acoplamientos), instalar el caos organizativo, exponer a la plantilla a situaciones de riesgo y, en definitiva, maltratar y desmotivar a las profesionales. Las agresiones externas hacia la plantilla, que han aumentado alarmantemente, no se pueden entender sin las agresiones internas previas a las que ha sido sometida por parte de ciertas jefaturas. Agresiones internas como respuesta a las demandas legítimas de una plantilla que trata de trabajar en condiciones dignas y mantener una mínima calidad asistencial. Es hora de depurar responsabilidades en un staff de jefaturas que ha mostrado serios déficits de eficiencia, trasparencia y honestidad profesional. Es hora de escuchar a las profesionales y sobre todo de confiar en ellas y ellos. |